Diciembre de 2018 fue el hito quinquenal de la legalización del cannabis en Uruguay. Este país sudamericano fue el primero en el mundo en legalizar el cannabis medicinal y recreativo. Sin embargo, a pesar de esta reforma progresiva del cannabis, el acceso al CDB en Uruguay sigue siendo difícil.
El paradigma ético y moral que rodea al cannabis en Uruguay demuestra ser más progresivo que la mayor parte del mundo que se ha legalizado y regularizado. Sin embargo, aunque no hay tantos confines sociales con respecto al cannabis, se ha demostrado que se mueven lentamente cuando se trata de regular el cannabis medicinal y los productos legales de CBD.
Las regulaciones han avanzado a un lugar donde actualmente Uruguay ofrece tres opciones legales para el acceso a la marihuana recreativa: comprar hasta 40 gramos de las cuatro variedades de cannabis que se ofrecen en 17 farmacias autorizadas, cultivar hasta 6 plantas de cannabis en casa o convertirse en miembro de uno de los 114 clubes de cannabis.
Por otro lado, un paciente que sufre de epilepsia refractaria, por ejemplo, solo puede encontrar un producto legal de CBD en una farmacia uruguaya autorizada: Epifractan. Este medicamento solo ha estado en el mercado por un año y es el único medicamento de CBD disponible en las farmacias. Se vende en concentraciones de 2 por ciento y 5 por ciento. La fórmula del 5 por ciento cuesta hasta 200 dólares, lo que la hace inaccesible financieramente para muchos de sus usuarios. Además, para comprar estos productos de CBD importados, los pacientes deben obtener una receta especial y una autorización del Ministerio de Salud.
Debido a los numerosos obstáculos para acceder a este cannabis medicinal regulado, se ha desarrollado un mercado no oficial de productos derivados de la CDB en Uruguay. De acuerdo con un estudio realizado por Monitor Cannabis, este mercado es sostenido principalmente por una red de amigos y familiares, y los pacientes que acceden al CBD de esta manera representan más de la mitad del mercado de consumo de cannabis medicinal en Uruguay.
A pesar de estos desafíos, 2019 parece ser un mejor año para el CBD y el cannabis medicinal en Uruguay. En noviembre de 2018, la compañía canadiense de cannabis, Aurora, inició el primer centro de producción de cannabis medicinal en Uruguay. Se espera que los medicamentos de Aurora se lancen este mes. Además, 32 empresas han recibido autorización del IRCCA (instituto de regulación y control del cannabis) para producir cannabis medicinal.
Actualmente, el partido político uruguayo, IR, está trabajando en un proyecto de ley que reclasifica los aceites de CBD como compuestos fitoterapéuticos, en lugar de medicamentos. Inspirado por las leyes de Colombia y la República Checa, el proyecto de ley tiene como objetivo facilitar el acceso a productos de cannabis medicinal regulados al permitir que los pequeños productores se conviertan en vendedores regulares. Teniendo en cuenta que hasta ahora solo las empresas internacionales han podido cumplir con los rigurosos requisitos de Uruguay para producir cannabis medicinal, este proyecto de ley podría significar un mercado oficial más democrático del CDB.
Diego Olivera (presidente de IRCCA) es optimista sobre el futuro del cannabis medicinal en Uruguay, al afirmar que “este año será testigo de avances en la investigación”. Esperamos priorizar la accesibilidad, hacer que el mercado sea más dinámico e invertir en otras industrias de cannabis, como alimentos y cosméticos “.
Adaptado de Ministry of Hemp